Contacta
En nuestra página encontrarás multitud de información que puede resultar de tu interés. Si todavía tienes cualquier duda, no dudes en contactar personalmente con nuestro equipo:
Artículos
y novedades
La Leishmaniosis canina es una enfermedad zoonótica producida por Leishmania infantum, y cuyos signos más frecuentes en perros son pérdida de peso, lesiones cutáneas, linfoadenomegalia, atrofia muscular, vómitos y diarrea. Además de los perros, entorno a 70 especies de mamíferos, incluidos los humanos, son huéspedes óptimos de Leishmania.
La transmisión de la Leishmaniosis entre perros y humanos sucede cuando un mosquito que se ha alimentado de la sangre de un perro infectado pica a un humano. Cuando esto sucede, la sangre del mosquito que contiene la Leishmania se mezcla con la nuestra, y la Leishmania invade las células fagocíticas de distintos tejidos de nuestro organismo, las cuales utiliza para replicarse.
Como resultado de esta replicación, se forman muchas “crías” de Leishmania, que acaban rompiendo la membrana celular y liberándose de nuevo al torrente sanguíneo. Así, cuando un nuevo mosquito se alimente de nuestra sangre, volverá a transmitirse, perpetuando su ciclo de vida.
En humanos, las manifestaciones clínicas habituales de infección por Leishmania son fiebre, anemia, cansancio, hepatoesplenomegalia, y supresión de la inmunidad, llegando al fallecimiento en los casos más extremos.
Debido a la gravedad de los síntomas en humanos, así como al nivel alto de exposición a la infección en el mundo (entorno a 350 millones de personas expuestas), es recomendable acudir al veterinario cuando se observe en los perros alguno de los signos descritos anteriormente, y evitar así la propagación de la enfermedad, tanto a otros animales como a los humanos.
Existen diferentes pruebas para el diagnóstico de Leishmaniosis en perros, siendo la más habitual por su comodidad el test rápido en suero, que detecta seroconversión. Para realizar esta prueba, se debe tomar una muestra de aproximadamente 1-1’5 ml de sangre del perro en un tubo de 5 ml con heparina. Luego, la muestra se centrifuga a 2.500-3.000 rpm durante 5-10 minutos.
Tras la centrifugación, la muestra se divide en dos fracciones. La fracción superior, de aspecto claro y transparente, corresponde al plasma sanguíneo, que se traspasa a otro tubo. Finalmente, se toma una gota del plasma y se coloca en una tira proporcionada por el test. Se adiciona el reactivo, también proporcionado por el test, y se revela el resultado.
La Leishmaniosis es una enfermedad zoonótica, fácilmente transmisible de perros a humanos. Una de las medidas preventivas pasa por analizar seroconversión para Leishmania en muestras de plasma de perros en los que se sospeche infección, para lo cual se requiere extraer el plasma de la sangre total mediante un paso sencillo de centrifugación, que se realizará con un equipo como la centrífuga Microcen 24.
Este equipo cuenta con un rotor para trabajar con hasta 8 tubos de sangre, fácilmente programable en velocidad y tiempo. Su pequeño tamaño le permite ser la opción adecuada para clínicas y pequeños laboratorios veterinarios.
Si desea recibir periódicamente nuestras últimas novedades, no dude en suscribirse a nuestra Newsletter.
* Campos obligatorios. Estos campos deben ser rellenados para poder enviar el formulario. Gracias
He leído y acepto la política de privacidad de la empresa.
Acepto recibir sus comunicaciones comerciales